domingo, 27 de noviembre de 2011

SUPLEMENTO SOBRE LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS APOSTATAS y enseñanzas erróneas surgidas durante el desarrollo de la Cristología en la iglesia.

El GNOSTICISMO. El gnosticismo (del gr. gnosis que significa: ciencia, conocimiento, sabiduría, entendimiento) era en principio una creencia pagana orientalista de carácter sincrético que también asumió, tergiversándolas, doctrinas de la religión cristiana ya que también creían en la necesidad de la redención del hombre y consecuentemente creían en la persona de Cristo como dicho redentor. Pero el problema teológico fundamental de la enseñanza de estos gnósticos-cristianos, como era característico de las religiones griegas y orientales, radicaba en que desvinculaban a Dios de la materia. Para ellos Dios era ¨el no engendrado¨ y por su pureza y bondad absoluta no podía en ninguna forma relacionarse con el mundo material, que para ellos representaba el mal, tanto es así que los gnósticos planteaban que el mundo fue creado por otro dios inferior (el demiurgo). Por tanto los cristianos gnósticos no aceptaban totalmente la humanidad de Cristo, ya que humano era aparentemente.
Solo por medio de la ciencia o el conocimiento secreto (Gnosis) ellos comprendían, a diferencia del resto de los cristianos, el verdadero significado que encerraba el mundo espiritual: Dios, el hombre, el mal y la redención. Los gnósticos interpretaban las Escrituras y enseñanzas del Nuevo Testamento de una forma alegórica, para ellos los textos sagrados no correspondían a un mensaje contextual sino que poseían un sentido netamente espiritual. Pablo alertaba a Timoteo sobre la herejía del gnosticismo: ▄ Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia (gnosis), la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén (I Tim.6:20) El gnosticismo es básicamente un movimiento religioso esotérico[1] y eminentemente sincrético, o sea, una combinación de elementos religiosos provenientes de Grecia Siria y Palestina, fuertemente influenciados y permeados de las religiones dualistas persas, sobre todo del zoroastrismo, incluso ideas cristianas.
El gnosticismo se extendió y desarrolló de modo significativo durante los siglos II y III. La mayoría de las sectas gnósticas profesaban el cristianismo, pero sus creencias eran diferentes a las de la mayoría de los cristianos de la Iglesia primitiva. Su enseñanza se dirigía a la obtención de un conocimiento secreto del reino divino. Para los agnósticos chispas o semillas del Ser Divino cayeron desde el reino de lo espiritual hasta el universo material (que es malo en su totalidad), y fueron aprisionados en los cuerpos humanos. Los cristianos gnósticos creían firmemente en que solo mediante el conocimiento era posible volver a despertar a esos elementos divinos que al ser liberados de este modo volverían a su propia casa en el reino espiritual. Dios no era para ellos el creador de este mundo material y consecuentemente malo, sino otro dios inferior llamado el Demiurgo quien es el verdadero creador, por medio de la Sabiduría el Demiurgo creador forma de la materia que intrínsecamente mala a los hombres en los cuales están presentes los elementos espirituales buenos.
Es la «Sabiduría» quien crea Jesús, quien no es totalmente divino ni totalmente humano, por tanto Jesús realmente no se encarnó, no fue crucificado, no murió, sino que su esencia o ¨Eón¨ espiritual se separó de un cuerpo terrenal, por tanto tampoco resucitó. Hacia el siglo II, los maestros gnósticos cristianos habían sintetizado esta mitología con la especulación metafísica platónica y algunas tradiciones cristianas heréticas. Los gnósticos cristianos más importantes fueron Valentín y su discípulo Tolomeo, que fueron influyentes en la Iglesia de Roma durante el siglo II. Todos ellos, a la vez que seguían formando parte de la comunidad cristiana, se reunían en pequeños grupos para practicar sus enseñanzas y rituales secretos. EL MARCIONISMO. Esta herejía recibe este nombre de Marción, el líder de la comunidad cristiana en el Ponto (Asia Menor). Marción tenia una estrecha relación con el gnosticismo por lo que en su sistema teológico Cristo vino para revelar al Dios Padre hasta el momento desconocido, pero el cuerpo de Cristo no era material, aunque poseía esta apariencia, por tanto Jesús no padeció en la cruz. Marción echó a un lado la complicada mitología gnóstica pero no sus principios sobre la materia como algo malo, por lo que enseñaba que los cristianos debían vivir una vida ascética. Lo más importante en la vida de Marción pudo haber sido su canon de las Escrituras, que consistía en diez epístolas paulinas y el Evangelio según San Lucas (excluyendo relatos sobre el nacimiento de Cristo y los pasajes que implicaban la relación de Cristo con Jehová). Hasta donde se conoce este fue el primer intento de conformar un canon de los textos cristianos. Según Marción, el dios del Antiguo Testamento era el «demiurgo», un ser inferior que creó el mundo material. Este dios no era necesariamente malvado, pero no era equivalente al Dios y Padre de Jesús. En el pensamiento de Marción se produce una ruptura entre los dos Testamentos, así como entre Israel y la iglesia cristiana, y entre el Dios del Antiguo y el del Nuevo Testamento.
Para Marción el cristianismo estaba bajo el yugo del legalismo y Pablo era el único apóstol que había entendido el evangelio por lo que necesariamente el Nuevo Testamento estaba contaminado por su trasfondo judío, el decidió preparar su propia versión del Nuevo Testamento dejando solamente el evangelio de Lucas y las epístolas de Pablo excepto aquellas en las que el apóstol hace referencia de Dios como el Creador y como Padre de nuestro Señor Jesucristo, revisión de la cual tampoco escapó el evangelio de Lucas. Marción fue excomulgado alrededor del año 144 d.C. por la iglesia de Roma. Organizó a sus partidarios en una especie de iglesia o movimiento donde contó con muchos seguidores, hasta que alrededor del siglo VII el movimiento comenzó a declinar. Es importante señalar que la herejía de Marción sirvió de estimulo a la iglesia para revisar a fondo la cuestión de la Deidad manifestada en el Antiguo y Nuevo Testamento y de esta forma se aceleró el proceso de definición del canon de las Escrituras.
EL SABELIANISMO. Debe su nombre a Sabelius, el cual enseñaba que había solamente un Dios, que se manifestaba a si mismo primero como Padre, después como Hijo, y finalmente como Espíritu Santo. Esto no es una trinidad real tal como lo enseña la Escritura, sino una trinidad de manifestaciones, en su base es una concepción panteísta porque explica que el mismo Dios evolucionó en diferentes formas de manifestaciones.
EL MONTANISMO. A diferencia del gnosticismo y el marcionismo el movimiento montanista no entraba en contradicción en lo referente a Dios como Creador y Jesucristo como el Redentor, tal como lo concibe la fe cristiana. El problema fundamental del movimiento estaba en el papel del Espíritu Santo. El movimiento debe su nombre a Montano, un sacerdote pagano convertido al cristianismo. A pesar de su conversión Montano incorporó aspectos de su antigua religión a la nueva fe, sobre todo en lo concerniente al énfasis en lo netamente espiritual que alcanzaba su clímax en el llamado éxtasis. Montano se proclamó el instrumento mediante el cual se realizaba la dispensación extraordinaria del Espíritu Santo, a el se le unieron dos ¨profetisas¨, Priscila y Maximilla, las mujeres podían ejercer el liderazgo en la iglesia. Ellos anunciaron el eminente fin de los tiempos y que en Frigia se establecería la nueva Jerusalén. Los tres profetas del movimiento podían perdonar pecados, así como también aquellos miembros que demostraran un alto grado de espiritualidad. En sus enseñanzas se hacia un énfasis particular sobre la practica de la profecía y los dones espirituales que se debía evidenciar en el verdadero cristiano.
EL APOLINARISMO. Su principal figura es Apolinar, obispo de Laodicea (siglo IV). Enseñaba que la naturaleza humana de Jesús era incompleta, ya que Jesús poseía un cuerpo, pero no un alma humana, sino un alma animal de carácter inferior. EL ARIANISMO Doctrina elaborada por Ario, presbítero de Alejandría (siglo VI) que negaba la Deidad de Jesús, para el Cristo era el Verbo encarnado, pero no era divino, sino un ser creado por Dios en la posición mas alta como criatura intermediaria. Esta posición es el fundamento del unitarismo moderno y la enseñanza de los llamados testigos de Jehová.
RESUMEN: Ya en los primeros pasos de la iglesia aparece la apostasía y su primera intención, con diferentes matices, es negar o desvirtuar la realidad humana de Cristo o realzar su divinidad. Con una idea preconcebida sobre la divinidad como todopoderosa, no era fácil de aceptar para algunos grupos de cristianos que la humanidad de Jesús era presencia y revelación de Dios, por eso unos reducían la humanidad de Cristo a simples apariencias (docetismo), mientras otros cifraban la novedad de Jesucristo a una iluminación espiritual (gnosis) que solo podían recibir algunos escogidos. Los evangelios sinópticos declaran que Jesús es un hombre, ¨antropos¨ en griego, con su significado común y corriente. Es el apóstol Juan quien emplea el término con mayor frecuencia tanto en su evangelio como en sus cartas, donde con una clara intención teológica emplea los términos «hombre y carne» para destacar su condición humana, incluso el cuarto evangelio emplea juntas las dos palabras «gloria y carne»: ▄ Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Jn.1:14). Jesús no es un ¨superhombre¨, ni un semi-dios al estilo de la mitología griega, tampoco carece de alma humana ya que su naturaleza humana no esta dividida, es una humanidad total, integra, el Verbo se hace carne tal y como la hierba hoy nace y mañana muere, de esta manera Dios en la persona de Jesús, entra en nuestra historia y corre la misma suerte del hombre común.
En la antropología bíblica la palabra «carne» designa a la persona humana en su condición terrenal y en relación con los demás. La Escritura nos enseña ▄ En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo (I Jn.4:2-3)

[1] Del gr. σωτερικς. Oculto, reservado. Culto de misterio, llenos de secretos impenetrables o de difícil acceso para la mente. También identifica el tipo de doctrina que los filósofos de la Antigüedad no comunicaban sino a determinados elegidos dentro de sus discípulos.

Cristo se encarna en un mundo religioso, el evangelio no transita en terreno virgen, en una campana al vacío. Ya desde los tiempos antiguos los filósofos pretendían dar respuestas a las eternas interrogantes del hombre, ¿quienes somos?, ¿de donde venimos? La religión y el pensamiento griego predominaban en todo el mundo conocido del imperio romano, al igual que sus dioses mitológicos, las religiones orientalistas estaban de moda por su carácter mistérico que prometía a los hombres una buena relación con las divinidades del momento. En el desarrollo de la Cristología en la iglesia es importante fundamentarse en los hechos con respecto a Cristo solo y tal como se nos dan en los evangelios. Estos hechos, depuse de muchas controversias fueron agrupados finalmente por la iglesia en una declaración aceptada y autoritativa. Un examen histórico de los diferentes errores que aparecieron en la cristología es esencial para la comprensión de este asunto.
EL DOCETISMO (del griego dokein, ¨el Docetae¨ que significa: parecer, aparentar.) Herejía cristiana procedente del paganismo. Con profundas raíces en el helenismo y las religiones orientales, el docetismo sostiene que Jesús no era real como ser humano, sino que parecía serlo. Según algunos historiadores, esta herejía puede proceder de Alejandría, pero hay evidencias de que ya había partidarios de esa teoría en el primer siglo. Un alto grado de docetismo se encuentra en herejías como el gnosticismo y el marcionismo. Esta creencia, básica en el gnosticismo, aseguraba que el cuerpo terrenal de Cristo era solo una apariencia o fantasma y solo consideraban la vida terrenal de Jesús fue una teofanía extendida para explicar la unión de lo divino y lo humano en Jesús. EL EBIONISMO Uno de los primeros errores en la iglesia primitiva, originado por una secta judía dentro del cristianismo llamados ¨los pobres¨ (ebion), los ebionitas cristianos aceptaban a Jesús como el Redentor, pero no podían reconciliar en su fe el que Cristo también fuera divino, ya que judíos al fin se aferraban a la concepción estricta del monoteísmo hebreo. Para ellos es en el bautismo donde Jesús recibió la plenitud inconmensurable del Espíritu, lo cual lo constituyó en el Mesías y Salvador.

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